Cuando se trata de España…

Escrito el 13/02/2024
José Campanario

Un consejo: no menosprecien nunca a un político gallego de derechas, porque si el dicho popular «Cuando ves a un gallego en la escalera, no sabes si sube o si baja», pudiera reflejar la ambigüedad del carácter gallego, no en todos los casos ni para todos los gallegos, cuando se trata de un político gallego de derechas, la dualidad no sólo se acentúa, sino que se desvirtúa volviéndose incluso más asertiva. Y ejemplo haylos varios; veamos tan sólo algunos de los más conocidos y llamativos.

Son muchos los analistas políticos e históricos que afirman que la II República cometió un error de enorme bulto en 1934: ascender a Franco al rango de General de División. Como era preceptivo, el nuevo general juró fidelidad al sistema político español legalmente establecido, o sea, a la II República. Poco duró esa fidelidad y menos la palabra empeñada bajo juramento del susodicho, ya que fue uno de los cabecillas del golpe de estado contra la incipiente democracia española y, en consecuencia, contra la legalidad que había prometido defender. Un auténtico caballero fiel a su palabra. He aquí un ejemplo de una de las dualidades a las que nos tienen acostumbrados las «personas de bien». Por cierto que es famosa la frase que repetía el felizmente finado dictador: «usted haga como yo, no se meta en política». Una de dos, o no sabía dónde estaba, o tenía un humor tan inglés que sólo lo entendía él mismo, porque maldita la gracia que hacía.

Para conseguir otro ejemplo de gallego que no se sabe si baja o sube, no hay que bucear mucho ni alejarse demasiado del ejemplo anterior: Don Manuel Fraga Iribarne. Omitiremos relatar su historial político durante el oscuro período durante el que estuvo al servicio del general de bigotito afilado, hasta que, afortunadamente, desaparece de la escena política. Este singular personaje, El Sr. Fraga Iribarne, pasa de postularse como una de las mejores opciones de prolongación del franquismo, la frase que mejor lo define «la calle es mía», a «padre» (así lo consideran algunos) de la Constitución. ¿Cabe mayor contradicción? Dejemos de lado algunos detalles que hicieron vestir de luto a varias familias gracias a su firma.  

El ínclito M. Rajoy, un dechado del dominio de la lengua española y de las figuras literarias, también goza de la indefinición que se atribuye a los gallegos. Pasa de ser investido como Presidente de España, ¿quién lo iba a decir tan sólo un año antes?, gracias al apoyo de los «nacionalistas» catalanes (CiU) para dar paso, once meses más tarde, a que esos mismos socios que le auparon a la Presidencia del Gobierno (CiU) le declararan la independencia de Cataluña, reprimida por duras medidas al más puro estilo del régimen del extinto dictador gallego.

Feijóo, don Alberto Núñez, entre otras de sus muchas incoherencias, contradicciones, inexactitudes y desconexiones, ha llamado terroristas a los chicos de Junts. Ahora, según sus últimas manifestaciones, hasta le parecen razonables algunas de sus peticiones y, por arte de magia, incluso han pasado a la consideración de nacionalistas catalanes; de estar en contra de la Ley de Amnistía tachándola de inconstitucional, de romper el equilibro de la legalidad en nuestro país, y blá blá, blá, a pensar que se puede aprobar una ley de amnistía. De repetir de forma machacona a todas horas, que se rompía España porque los «separatistas» no lo votaron a él como Presidente del Gobierno, a estar dispuesto a negociar una amnistía con condiciones para el líder «nacionalista» de Junts, ese al que su partido ha calificado como «el fugado de la Justicia». Posiblemente hasta desistan los conservadores españoles de presentar recurso de inconstitucionalidad a la futura Ley de Amnistía si llegan a un acuerdo con los conservadores catalanes, siempre que ese acuerdo englobe el voto positivo de Junts a una moción de censura en la que el candidato propuesto sea el líder del PP.    

Claro que los precedentes fueron establecidos por el ínclito, venerado y nunca suficientemente ponderado por la derecha, «Chema» Aznar autor de la frase de oro de hablar catalán en la intimidad. Tal vez, ese fuera el paso definitivo que animó a su señora a demostrar públicamente su dominio del inglés.

A ver cómo presentan los medios afines a las «personas de bien» una hipotética moción de censura a Sánchez, aunque no tan hipotética por los movimientos que se empiezan a ver. Seguro que los apoyos al candidato Feijóo por parte de VOX y Jutns son justificados y aplaudidos por dichos medios «independientes» y ya no hay riesgo de que se rompa España. De hecho, ya lo hicieron anteriormente con los acuerdos de Aznar por parte de los entonces convergentes catalanes. Son famosas las portadas del mismo periódico conservador donde aparece el líder catalán Jordi Puyol y, en la primera ocasión, Felipe González. Posteriormente, en la segunda, repite el catalán y aparece el que sería primer Presidente del Gobierno del PP, José María Aznar. Los titulares, como se puede suponer, y comprobar, son diametralmente opuestos.

Por eso, no se debe menospreciar a un político de derechas y mucho menos si además coincide con que es gallego, porque nunca se sabe «si sube o baja».