Venga, otra vez. De tranquis, no nos cansamos de decirlo

Escrito el 17/03/2022
Redacción

Pudiera parecer gracioso que le pregunten a uno —o a la gente cercana a uno— qué afiliación política tiene el periódico que tiene ahora entre sus manos.

Pudiera parecer gracioso, si hubiera alguna gracia que reír; en cambio, es una realidad bastante triste la que subyace en la pregunta y que tiene bastante poco de anecdótica.

Alinear medios de comunicación con partidos políticos es normal cuando el discurso de unos y otros es mimético o cuando el papel prensa es utilizado día sí, día también para diversas lavativas. También es normal, desgraciadamente, que los medios hayan caído candorosamente en ese cenagal moral y profesional —cuando no han sido fundados directamente con ese explícito propósito— habida cuenta de lo complicado que está el mercado publicitario, ya por asfixia económica o institucional; o muchas de las otras «amenazas» que se viven en una redacción, o en el consejo de administración del que pende esa administración.
Pa que, no nos engañemos, los medios de comunicación, antes de nada, son empresas, y tienen que ser rentables.

«¿Y este?», podrán preguntarse. También.

Llevar adelante un medio de comunicación, cuya línea editorial puede ser de servicio público —como la nuestra—, no hace que las facturas por los costes del servicio dejen de llegar, o que la necesidad de llenar la nevera por parte de los que juntamos letras disminuya. No obstante, seguir ciegamente la misma directriz empresarial de otros, que obliga a ser un agente de manipulación, simplemente, no va con nosotras y nosotros.

Eso es a lo que obliga alinearse con un partido, porque, para qué te va a pagar un partido si no es para acercar a nuevos simpatizantes, y para ello, normalmente hay que manipular, porque hay que pintar la realidad de determinada manera para que encaje con el discurso y que, ustedes, lectores, terminen pensando como quiere el pagador.

Les pedíamos en el número anterior —y nos recordaba amablemente un lector— que «apoyando el periodismo realmente independiente, sea cual sea la cabecera que […] elija, sea una en la que la verdad de las cosas y de todos los puntos de vista, sea la única piedra clave.»

Nosotros no queremos que cambie su manera de ver el mundo ni su manera de pensar, tampoco queremos que deje de votar a una opción para votar a otra.

Lo que sí queremos es que tenga elementos suficientes para ver toda la realidad; para que se pueda formar una opinión completa, para que, si nunca lo ha hecho, vote; queremos que piense de forma libre, que hable con su propia voz y con sus propios términos.

Queremos que las empresas y comercios de nuestra localidad descubran en nosotros aliados para llegar a sus clientes. ¿Tiene un costo? Evidentemente, pero descubrirán que es más que justo y nuestra propuesta comercial, beneficiosa.

El resultado de un pacto que fomenta de forma real el comercio real y dota de voz a la ciudadanía.

Además, siempre puede suscribirse y atizarnos.