Algunas historias sobre el Canal de los Presos y el Acueducto

Escrito el 17/11/2021
Redacción

Artículo publicado en el número 1 de tuDesayuno, diciembre de 2021.

1819. El Canal de los Presos es aún una idea en la mente de José de Larramendi, el mismo que trazaría las líneas maestras de la división territorial de nuestro país y que sería depurado políticamente por Fernando VII.

1935. Tras más de un siglo de proyectos y construcciones parciales, el Canal del Bajo Guadalquivir adquiere, con el anteproyecto de Cominges, un aspecto muy parecido al de hoy en día.

1937. Se crea, por decreto, la Redención de Penas por el Trabajo, una forma de esclavitud legal instaurada por el régimen franquista inmediatamente tras la guerra para dar salida al incontable número de presos políticos y prisioneros de guerra. Para dar cobijo a estos presos trabajadores, se crean Campos de Concentración —como el de La Rinconada, situado en terrenos de la azucarera y por el que, sólo en 1939, pasaron 1600 personas— bajo la dirección del Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas.

El sistema de redención utilizará a presos, personas con libertad condicional, absueltos y a aquellos que han terminado su pena, de forma indistinta. El sueldo, de dos pesetas al día, tenía reservada peseta y media para manutención del interesado, entregándosele los cincuenta céntimos al terminar la semana. Para poder comparar, el sueldo diario en 1936 era de 10 pesetas al día.
Este sistema emplearía hasta el año 1960 decenas de miles de personas y ejecutaría obras por valor de dos mil millones de pesetas de 1958 (505 millones de euros de hoy en día, ajustados a inflación).

1940. Se inician los trabajos de construcción del Canal del Bajo Guadalquivir, que durante los próximos años provocará la creación de nuevos campos, como La Corchuela o Los Merinales. Cuando eran liberados —pero seguían trabajando en el Servicio de Colonias— se asentarían cerca de las obras, en chozas donde se vivía en condiciones infrahumanas. Estas chozas darían forma a nuevos barrios como Bellavista, Valdezorras, Torreblanca, o en nuestra ciudad, Vereda de Chapatales, El Candelero o Vereda de los Solares, amén de en otros lugares.

1945. Se publica el edicto de expropiación forzosa de las fincas o algunos de sus pagos afectados por la construcción del canal, en manos de unos pocos propietarios (Marañón y Lavin; Sánchez-Dalp; Osborne; Blasco Ramos; Medina Benjumea; y Maestre Newton). Puede llamar a equívoco el uso del término «expropiación forzosa», pues, por ejemplo, en el caso de Miguel Sánchez-Dalp —máximo latifundista de La Rinconada y otros municipios— su patrimonio, en términos de riqueza rústica (esto es, propiedad de tierras) pasó de 332.141 pesetas en 1945, a más de un millón en 1955.
Sobre Miguel Sánchez-Dalp hemos de recordar que fue propuesto, en 1931 por el Ayuntamiento de La Rinconada como Hijo Adoptivo, incluso acordándose llamar a la nueva barriada de la Estación como «Puebla de Sánchez-Dalp», acuerdo que quedaría sin efecto por la proclamación de la II República.

1946. Comienza la construcción del acueducto sobre el Almonazar, obra de enormes dimensiones hecha prácticamente a mano, en trabajo continuo de 24 horas. Tanto en el acueducto como en el canal serían frecuentes los accidentes, sin indemnización de clase alguna.
La obra de construcción del Canal pasaría por diversas fases en las que se encargaría a empresas privadas su participación en el proyecto, refinando el sistema de contratación. Estas empresas utilizarían a aquellos libertos, en similares condiciones a las de las Colonias Penitenciarias y obtendrían grandes beneficios.

Construcción del entubado de uno de los sifones | RMHSA/CGT-A

1947. El Instituto Nacional de Colonización, organismo creado en el 39 y dependiente del Ministerio de Agricultura y cuya misión era reactivar el sector agrícola con vista a los planes autárquicos mediante la conversión de tierras de secano en zonas de regadío, otorga títulos de propiedad a 2.148 colonos en varias provincias.

Esta entrega de títulos se celebró en Torre Pava, donde Eva Duarte de Perón asistió como invitada —en su famoso viaje a España, en el que se negoció la compra de cereales argentinos a cambio de metales para industrualización—, acompañada del Ministro de Agricultura de la época que, como señalan las crónicas y recuerda Ramón Barragán, ensalzó «la obra colonizadora del Instituto, como aplicación de la obra social y cristiana del Movimiento, dirigido por el Caudillo Franco».

Barragán apunta que, realmente, ninguno de aquellos colonos sería propietario de las tierras, sino el propio Instituto. Así reflejan los registros municipales, que los señalan como asentados (no arrendatarios, propietarios o colonos). Por otra parte, la superficie utilizada para colonizar fue, en La Rinconada, de apenas el 2%. El resto de las tierras continuaba, revalorizado, en manos de los grandes propietarios.

1950. La Rinconada acoge en esos momentos a casi 12.000 personas. En 1940 eran 6.600.

Este crecimiento, el mayor de toda la Vega, se debe al empuje poblacional que la azucarera, instalada en la década de los 30, ejerce sobre la recién convertida tierra de regadío —aún con el anterior canal—, mucho más productiva que los cultivos anteriores, de cereal. Muchos de los nuevos habitantes procedían de otras plantas azucareras en tierras mañas.

Se abre, sobre los años 50, la primera compuerta para regar, en la zona del Aeropuerto Viejo, una apertura que beneficiaría a la familia Benjumea —promotora, junto con Sánchez-Dalp de la comunidad de regantes, de la que fueron sus prebostes durante años—. Según algunas investigaciones por parte del grupo RMHSA (Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía) de CGT-A, las tierras de los Benjumea se habrían beneficiado desde esta fecha hasta 1986 sin pagar por el agua.

1963. Año de gran crecida del Río Guadalquivir y de ríadas de los arroyos Almonazar y las Pavas. La Caldera, en la zona del Charco, resulta completamente inundada. En su seno, familias enteras que habitaban en chozas tienen que ser realojadas por el Ayuntamiento en refugios provisionales. Un año de gran paro y pobreza por la doble inundación (en febrero y en diciembre), que se suma a las penurias de producidas por las inundaciones de los cuatro años anteriores. La modernización agrícola emprendida por la dictadura a través de la gran obra terminan con el paro agrícola estacional y el provocado por catástrofes. No así, dos años antes, en 1961, el Almonazar alcanzó tres metros de altura en algunos puntos de la ciudad.

Así lo recogía Radio España Independiente (La Pirenáica), que leía una carta anónima donde se podía ver el alcance de la catástrofe: «se han arriado 325 casas y 40 chozas, donde viven más de 5.000 personas. Se han caído 5 casas y 15 chozas. El domingo 26, el alcalde Sr. Belmonte anunció que daría comidas, pero no se dieron hasta el lunes a las 11 de la mañana: por cada 4 personas 1 kg (800 g.) de pan y un poco de leche americana, a unas 36 personas.» La misma carta proponía una solución y apuntaba datos premonitorios: «El desvío del arroyo, pero el presupuesto lo tienen guardado para entregárselo al coronel de la colonia, Tomás Valiente, director del nuevo canal de riegos aún sin terminar desde el año 40, y el del arroyo Tamarguillo.»

1964. Dicho y hecho, al año siguiente se le adjudican las obras de encauzamiento del arroyo a la empresa Tomás Valiente García. Construcciones Civiles y Militares, que desde mediados de los 50 venía acometiendo obras en el canal empleando a libertos, hasta un 30%, provenientes del mismo Canal. Barragán nos recuerda, en De la clandestinidad a la libertad conquistada (2014), la circunstancia de que Tomás Valiente había sido jefe de la Primera Agrupación de presos políticos (constituida para comenzar las obras del canal) y delegado de la Colonia Penitenciaria Militarizada de Los Merinales (Dos Hermanas), otro campo de concentración.

1967. El Canal recibe agua por primera vez en sus 120 primeros kilómetros, riega 1.000 hectáreas.

1968. Se pone en funcionamiento el canal completo, regándose hasta 4.000 hectáreas. 28 años de sufrimiento en los que entre 5.000 y 7.000 prisioneros trabajaron «a pico y pala».


Para saber más:

  • De la clandestinidad a la libertad conquistada. Antifranquismo y lucha obrera en la Vega Media del Guadalquivir (2014) Ramón Barragán Reina, Círculo Rojo.
  • El Canal de los Presos 1940-1962. Cómo se construyó el Canal del Bajo Guadalquivir. (2002) RMHSA/CGT-A
  • http://todoslosnombres.org/
  • Documental Los presos del silencio (2004): vimeo.com/71637677
  • Reportaje El canal de los presos (2012): https://youtu.be/watch?v=NHHcdIZL3tk