Análisis del paro en La Rinconada: ¿Estamos mejor que antes de la pandemia o que desde la crisis?

Escrito el 07/01/2022
Redacción

Con el cambio de año han llegado —a cuentagotas— los nuevos datos sobre paro y contratación en La Rinconada. En TuPeriódico realizamos, como cada trimestre, una actualización completa del Observatorio del Paro, y dejamos ahí el tema. Dados los datos, nuestros lectores son capaces de extraer conclusiones.

No obstante, el ayuntamiento acaba de publicar una nota de prensa al respecto, afirmando que La Rinconada cierra 2021 con la cifra de parados más baja desde el año 2010. En términos absolutos es así: en 2010 había en La Rinconada 4 489 parados, en 2021 son 4 146. Empero, en 2010 habitaban en nuestra ciudad 36 641 personas, en 2021 (a falta de confirmación del INE, el próximo día 17) somos 39 204. Quizá lo vean más claro con este dato: en 2010 la tasa de paro era del 25,07% de la población activa, en 2021 es del 21,06% (prov.). Una diferencia de 343 personas que se traduce en 4 puntos porcentuales al comparar las cifras de población (y por ende, las de población activa). Peras y manzanas.

El texto oficial dice que «el dato no sólo mejora la situación previa al Covid, sino que también es el mejor dato desde la crisis económica, laboral y financiera de finales de la primera década del siglo XXI». Cabría preguntarse si ese «desde» se refiere a una vez terminada la crisis, y es aquí donde entran las polémicas, puesto que, aunque muchos expertos consideran que aún no se ha cerrado dicha crisis, la Administración General del Estado, por medio del Instituto Nacional de Estadística, determinó que, a efectos contables y estadísticos, la crisis había terminado en 2014.

¿Qué paro había en 2014 en La Rinconada, tras la crisis? Un 30,43%, 5 544 personas. En 2015 bajaría hasta el 28,70% (5 249 personas). ¿Estamos mejor que en esos años? Es evidente la paulatina recuperación del empleo en la última década, solo frenada por el parón de la pandemia, pero hemos de ampliar el foco, puesto que tenemos más datos. En concreto podemos remontarnos a antes de la crisis para apreciar que en el año 2008 el paro era del 20,56%, el 2007 del 16,13% y el 2006 de un 12,89% (3 534, 2 370 y 2 083 personas paradas, respectivamente). También podemos hacer un histórico acerca de cómo ha sido la contratación en el mismo período para observar su evolución. En el año 2010 se suscribieron en La Rinconada 23 042 contratos (una media de 1920 contratos al mes), de los cuales 22 164 fueron temporales. Un 96,19%. El pasado 2021 se firmaron 21 153 contratos ( % menos que en 2010), lo que supone una media de 1762 contratos al mes. De ellos, 20 093 fueron temporales. Un 94,99%.

Habrá quien diga que un mejor año para analizar es 2019, puesto que continúa la senda histórica sin contratiempos (las noticias del virus aparecerían en diciembre de 2019, pero España no sentiría los efectos hasta marzo de 2020). En 2019 la tasa de paro era del 22,81% (población de 38 628 personas) y se firmaron 23 422 contratos (1 951 por mes), de los cuales 22 319 fueron temporales. Un 95,29%.

La temporalidad sigue siendo la nota dominante en nuestro mercado laboral —a la espera de ver los efectos de la Reforma Laboral de este año—, y esta temporalidad es mayor (de casi el doble) entre mujeres que entre hombres. También lo es el paro general o por sectores. Por poner un ejemplo, el paro del sector servicios alcanza las 1876 mujeres, mientras que son 836 los hombres parados. También hay más mujeres con estudios secundarios y superiores entre los parados. A este respecto, la delegada de Empleo ha dicho que «el compromiso municipal en esta materia es transversal con otras áreas municipales, como formación, orientando ésta a la inserción laboral en sectores de alta empleabilidad». Los datos, sin embargo, arrojan una realidad inquietante: el 90,57% de los parados tiene formación secundaria o posterior, lo que plantea si la formación académica resulta suficiente para el mercado laboral o el mercado laboral está demandando una superespecialización que podría desembocar en otra enorme bolsa de desempleo ante la falla de un sector, como ya pasara con la construcción.

Intenta clarificar el alcalde que «los datos no son precisos» puesto que «hay muchas personas que viven en la localidad, pero trabajan en la capital o en la corona metropolitana, por lo que la mejora de los datos es una noticia positiva compartida con la gran Sevilla». En la obviedad de la afirmación se esconde su refutación: todos los datos de paro, de todos los municipios, contienen esa inexactitud. Hay gente que vive en La Rinconada y trabaja en Sevilla, y hay gente que vive en Sevilla (o en Brenes) y trabaja en La Rinconada. Los datos de paro además de indicar cuánta gente no trabaja en la ciudad nos indican otra cosa: la salud del mercado laboral en dicha ciudad.

A este respecto, y junto con los datos de contratación, no podemos lanzar las campanas al vuelo. Los datos son absolutamente mejores, pero no relativamente. En una década no hemos mejorado como ciudad nuestro tejido laboral, se celebran menos contratos y los que se celebran tienen el mismo índice de temporalidad, una temporalidad donde se castiga a las mujeres. Es más, estamos en el filo de una navaja. La capacidad de contratación depende de la buena salud de nuestras empresas, y aquí sí hay que mirar el impacto de la pandemia y de la crisis anterior. Vemos que en 2010 había en el municipio 2 017 empresas, número que decreció hasta 2012 (1966 empresas) cuando lentamente comenzó una recuperación que se detuvo en 2019, con 2 139 empresas. Para 2020 habían bajado a 2 127 empresas, y aún no tenemos datos de lo que ha supuesto un durísimo 2021 para el tejido empresarial. A menor capacidad empresarial, menor capacidad de contratación y mayor deslocalización de nuestros trabajadores, que seguirán sumando contratos celebrados en Sevilla u otros municipios, a pesar de vivir en La Rinconada.