El coordinador de Izquierda Unida Andalucía y diputado nacional de Sumar, Toni Valero, ha manifestado este lunes que el Gobierno central ha sacado al presidente de la Junta, Juanma Moreno, del «callejón sin salida en el que se metió» con Doñana y la legalización de «regadíos ilegales», y ha exigido al Ejecutivo autonómico compromiso financiero para la preservación del parque.
En rueda de prensa en Málaga, Valero se ha pronunciado así al hilo de que este lunes, el presidente de la Junta y la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, vayan a rubricar y presentar en Almonte (Huelva) el acuerdo que han alcanzado ambas administraciones sobre medidas para el Parque de Doñana y su entorno.
Según Toni Valero, ha sido el Gobierno Central el que ha sacado a Moreno del «callejón sin salida en el que se había metido», asumiendo además un «compromiso sin precedentes, con más de 700 millones de euros», para dar alternativas económicas sostenibles al entorno de Doñana, y para garantizar la preservación del parque natural y del nacional y de sus acuíferos.
Se ha preguntado si el Gobierno andaluz del PP, además de haber sido parte «del problema, quiere sumarse a ser parte de la solución», porque en los Presupuestos de la comunidad para 2024 hay una «absoluta falta de compromiso» con Doñana. «Se tiene que sumar a ser parte de la solución contribuyendo con esfuerzo financiero a lo que ya está haciendo el Gobierno Central», ha apuntado.
Ha confiado en que el acuerdo que se firma este lunes «entierre» la proposición de ley sobre regadíos en el entorno del parque que PP y Vox registraron en el Parlamento andaluz y no haya «premio a quien ha estado robando agua en Doñana».
Para Valero, se tiene que reconocer el papel del Consejo de Participación del espacio natural de Doñana y, especialmente de su presidente, Miguel Delibes, que ha sido ninguneado por la Junta.
Ha recordado que, en plena emergencia climática, cuando los expertos estaban avisando de que los acuíferos de Doñana se estaban desecando, el PP planteó «una legalización masiva de regadíos ilegales en el entorno» del parque.
«El Partido Popular cogió su revolución verde, volviendo a demostrar que no es más que propaganda e incoherencia, y eso supuso un escándalo internacional, donde la Unesco puso el grito en el cielo; la Comisión Europea amenazó con sanciones, el movimiento ecologista salió a las calles y la propia oposición política progresista en Andalucía, también tuvo que parar los pies a Moreno», ha indicado.