La coalición Unidas Podemos por Tomares —que está en el ayuntamiento como grupo municipal Adelante Sí Se Puede Tomares— ha invitado a la reflexión en redes sociales la decisión de la empresa Ferrovial de tributar fuera de España, recordando que tienen un contrato para la limpieza viaria y de zonas verdes con el consistorio tomareño. Al mismo tiempo, se ha hecho hincapié en su presidente, Rafael del Pino, recibió como sueldo en 2022 más de 5,2 millones de euros.
Ferrovial Servicios lleva desde 2001 el servicio de limpieza y recogida de residuos urbanos y ganó el último contrato en 2014 con una oferta de 3,5 millones al año (hasta 2025) con los votos en solitario del Partido Popular, con el compromiso por parte de la empresa de remodelar tres parques emblemáticos, siendo uno de ellos el Tren de Cala, en 2020, más de cinco años después de la firma del convenio.
Ferrovial tenía licitaciones en más de 600 municipios, pero las vendió. El plan Horizon 24
Ferrovial y sus diferentes filiales de servicios tienen en la actualidad contratos suscritos en más de medio millar de municipios españoles para la limpieza urbana y la recogida de residuos urbanos que, en 2020, le supuso al grupo unas ventas anuales de 1.018 millones de euros, con un resultado bruto de 108 millones de euros.
Estas cifras tuvieron especial interés en la venta que Ferrovial realizó a PreZero —filial del grupo Schwarz— por más de mil millones de euros en diciembre de 2021 y que suponían el traspaso de todas las actividades de gestión de residuos en España y Portugal, movimiento de desinversión que siguió a la venta su la filial británica a Urbasur, en lo que el grupo denominó «proceso de desinversión».
Este proceso de desinversión tiene apartado propio, denominado Horizon 24 en su web y poco tiene que ver con las declaraciones que su presidente, Rafael del Pino ha emitido recientemente acerca de la «inseguridad jurídica» de España y más con que los sectores que la empresa ha identificado como prioritarios son los de Autopistas (incrementos anuales del 11% en el beneficio antes de impuestos), en los mercados de Estados Unidos y Canadá, así como la fiscalidad neerlandesa, inferior a la eurocomunitaria.