«Hemos dimitido de pensar, que lo haga la tele». El europarlamentario Manu Pineda conferencia en La Rinconada sobre la situación de los conflictos internacionales

Escrito el 01/03/2023
Redacción

La única señal de que con Manu Pineda uno se encuentra ante un europarlamentario es la sobria gabardina que le protege del frío de Bruselas, donde tiene su lugar de trabajo, y las prisas características de alguien que debe pensar en varios husos horarios y conexiones ferroviarias y aéreas. Así es como los asistentes al acto organizado por Izquierda Unida, Podemos y Alianza Verde en La Rinconada vieron entrar a Manu Pineda el pasado día 27.

Cuando se despoja de ella sale a la luz el trabajador y sindicalista ferroviario, de porte obrero y brazos tatuados, que con unos tejanos y una camiseta negra, se funde entre el gentío que ha venido a escucharle. «Hoy puedo hablar en el Parlamento Europeo, como dentro de dos años puedo estar haciendo fotocopias, y será igual de importante. Me tocó esa trinchera» declara ante un público que ha recibido todos los cargos que el almeriense ostenta en las instituciones europeas, en la presentación que ha hecho Nacho Ruiz, concejal de IU en el ayuntamiento de La Rinconada.

Miembro del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica por parte de Izquierda Unida, presidente de la Delegación para las Relaciones con Palestina, miembro de la Conferencia de Presidentes de Delegación, de la Comisión de Asuntos Exteriores, de la Delegación para las Relaciones con los Países del Máshreq (denominación europea para la región conformada por Egipto, Palestina, Jordania, Líbano y Siria) y de la Delegación en la Asamblea Parlamentara Euro-Latinoamericana, así como suplente en otras tantas comisiones, subcomisiones y delegaciones, como la de Seguridad y Defensa o la de Derechos Humanos.

Momento del acto «Situación de los conflictos internacionales», con la asistencia de miembros de Izquierda Unida, Podemos y Alianza Verde | Gorka Fernández
Momento del acto «Situación de los conflictos internacionales», con la asistencia de miembros de Izquierda Unida, Podemos y Alianza Verde | Gorka Fernández

La preparación geopolítica de Pineda sale a relucir cuando describe el hilo histórico desde el colapso de la URSS hasta la situación actual. «Con la caída de la URSS, los Estados Unidos y el bloque atlantista se plantean que han ganado ellos, ‘los buenos’, hasta el punto de que algún polítologo estadounidense como Fukuyama se permite afirmar que «la historia ha terminado tras la Guerra Fría» y, por tanto, el fin de la ideología. Claro que no cuentan con algunos elementos discordantes de ese statu quo en el que EUA (Estados Unidos de América) se impone como única potencia superviviente, como son Fidel Castro, el surgimiento de Hugo Chávez y los planes del Partido Comunista Chino para el final del siglo y el nuevo milenio».

Hugo Chávez, que controlaría un país con unas reservas virtualmente inagotables de petróleo, Fidel Castro y el castrismo cubano, que supuso —y supone— una piedra caribeña en el zapato de los EUA, y ante todo, el dragón chino, que se despertó en el último tercio del siglo pasado y «ha sacado de la pobreza a 300 millones de personas con un desarrollo económico expansivo mundial para el que no ha necesitado disparar un solo tiro».

«Ante este escenario, EUA empieza a incumplir acuerdos, como el acuerdo de París, haciendo ampliaciones hacia el Este con su brazo armado atlántico, la OTAN, hacia las fronteras de Rusia, y a realizar peligrosas provocaciones como la visita de Nanci Pelosi —anterior presidenta de la Cámara de Representantes, cámara baja legislativa estadounidense— a Taiwán (territorio en disputa con China); o las acusaciones de Antony Blinken —secretario de Estado (cargo similar al de ministro)— de que China está armando a Rusia en su conflicto con Ucrania».

Para Pineda el patrón está claro: «No es casualidad que un general estadounidese haya declarado abiertamente que en dos años estarán en guerra con China, ni que haya situado a Rusia, China y, específicamente, a la alianza China-Rusia como enemigos sistémicos. No estamos hablando de que sean una amenaza para la democracia, sino para el modelo comercial exportador estadounidense, que se ve amenazado por el plan chino de la Nueva Ruta de la Seda» y que para lograr escalar la situación hasta que se justifique la guerra «el autodenominado país de las libertades esté censurando la información y a los medios de comunicación que se salen de la línea. De forma seguidista, Europa y el resto de países de la OTAN han aplicado censuras previas como si ellos mismos estuvieran en guerra, prohibiendo canales o deteniendo a periodistas, como al español Pablo González, que lleva más de un año detenido preventivamente sin ningún tipo de juicio»

Pablo González
Pablo González | #FreePabloGonzález

El caso de González como instauración del relato belicista

El pasado 24 de noviembre, un tribunal regional polaco de la ciudad de Przemysl, en el sureste del país, dictaminó que la detención preventiva de González continuaría durante tres meses más, lo que elevaría su encarcelamiento a un año completo. Esta es la tercera vez que se prorroga su detención, tras las anteriores órdenes judiciales de mayo y agosto, a pesar de que González no ha sido juzgado ni declarado culpable de ningún delito. La semana pasada, el tribunal de apelación de la ciudad polaca de Rzeszów rechazó el recurso de González contra la prórroga de la detención preventiva.

No se ha presentado ninguna prueba de que el periodista entregara información alguna a los servicios secretos rusos, ni de que tuviera intención de hacerlo. Entre las pruebas citadas por las autoridades polacas figura que González, que tiene doble nacionalidad, estaba en posesión de dos pasaportes con nombres diferentes, uno ruso y otro español, implicando que uno de ellos era una identidad falsa utilizada para el espionaje.

El pasaporte ruso de González le nombra como Pavel Rubtsov, utilizando el apellido de su padre; su documento español le identifica como Pablo González Yagüe, utilizando los dos apellidos de su madre. Pablo es la versión hispanizada del nombre ruso Pavel.

Esta detención tiene implicaciones de gran alcance para la capacidad de los periodistas de informar y criticar las acciones de las potencias a nivel mundial, en medio de una campaña concertada para oscurecer y falsificar los verdaderos orígenes de la guerra en Ucrania, presentándola como un ataque unilateral de Rusia contra su vecino indefenso. Amnistía Internacional ha exigido su inmediata excarcelación.

Así, la guerra en Ucrania sería la última escalada en la campaña para cercar militarmente y debilitar a Rusia, que ha visto a la OTAN expandirse cientos de kilómetros hacia el este desde el final de la Unión Soviética, provocar lo que desde muchas voces se consideró un golpe de Estado en Ucrania en 2014 (Euromaidán) y llevar a cabo decenas de ejercicios militares a gran escala en las fronteras de Rusia.

Desde la invasión rusa en febrero del año pasado, Washington y sus aliados de la OTAN han canalizado miles de millones de dólares en armas, entrenamiento y otras ayudas militares a Ucrania, y han animado a este país a emprender acciones ofensivas directas contra territorio ruso u otros estados. Hasta octubre del año pasado, Madrid había donado 238 millones de euros en ayuda militar a Ucrania y ahora está entrenando a cientos de soldados ucranianos en suelo español. En estos momentos se ultima la preparación de tanques Leopard del ejército español a Ucrania.

«Es vergonzoso ver cómo se equipara al nazismo y al comunismo en las instituciones europeas, ver cómo se equipara a los que masacraban judíos con los que los liberaron. Y ver cómo se intenta hacer ver que Putin es comunista y que esta guerra es comunista, cuando el Partido Comunista Ruso es el principal partido de la oposición en la Federación Rusa y los partidos comunistas de las repúblicas bálticas o de la propia Ucrania han sido ilegalizados mientras Zelensky rehabilita la figura de Stepán Bandera —controvertido político nacionalista ucraniano de la Segunda Guerra Mundial y la posguerra y colaborador del MI6 británico— al tiempo que arma batallones con espíritu y simbología nazi —en referencia al batallón Azov—.»

Todo este movimiento ideológico, según Pineda, tiene que ver con las aspiraciones comerciales estadounidenses y el asentamiento de nuevos actores globales que rompen su hegemonía y para ello «han de crear un relato belicista incluso si con ello se encarcela a personas sin prueba alguna». Prueba de ello sería la citada petición de incremento en gasto militar a Europa por parte de Jens Stoltenberg —sec. general de la OTAN—, una actitud seguida ya por algunos estado miembros e incluso desde Japón que, incluso a expensas de la reducción de su enorme deuda «ha aprobado un presupuesto para armas brutal, inédito desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con China como pretexto».

Intervención de Manu Pineda sobre la libertad de expresión y los medios de comunicación | Parlamento Europeo

«Hemos dimitido de pensar, que lo haga la tele»

«Precisamente, la censura a los medios que están fuera de la órbita de EUA, o que se salen del discurso creado, son la punta del iceberg de un relato belicista en el que se mueven los intereses de las industrias armamentísticas. Cabe recordar que cuando Trump pidió la subida del gasto militar de cada país para la OTAN, se calificó de locura. Biden no solo ha implementado esta subida en Europa, sino que el secretario general de la OTAN ya ha dicho que hay que duplicarla al 4%».

Acto seguido, Pineda se pregunta «¿de dónde va a salir ese dinero? No van a activar la impresora de billetes, así que sólo se puede sacar de otro lado, y ese no es otro que la sanidad, la educación y el resto de políticas sociales».

«No es baladí que mientras China publica un plan de paz, EUA apruebe un nuevo paquete de medidas militares por valor de 2.000 millones de dólares. Y tampoco es que las sanciones a Putin no las pague Putin, sino nosotros, con subidas de tipos de interés, alimentos más caros, y sobre todo, con enormes compras de gas americano, proveniente de fracking, a un precio un 144% más caro del que teníamos antes».

A preguntas de este periódico sobre las publicaciones del premio Pulitzer de periodismo Seymour Hersh, sobre el plan de la administración Biden para volar los gasoductos Nordstream 1 y 2 (que comunican Rusia y Alemania, y por el que se inyectaba gas ruso a Europa), Pineda declara que «pese a que se prometió investigar el asunto cuando se denunciaron posibles sabotajes, Alemania, que es el principal afectado, ha hecho oídos sordos a la posible implicación, y las instituciones europeas han seguido mirando para otro lado. No obstante, EUA sigue haciendo caja a costa de Europa, como demuestran los enormes barcos metaneros que cruzan el Atlántico y que no solo son más caros, sino tremendamente contaminantes».

En el debate que continúa a la conferencia, Pineda debate con varios asistentes sobre los peligros de una banalización del conflicto nuclear, al recordar que «Rusia no puede perder la guerra, menos con un señor [en referencia a Putin] que con un botón puede mandarnos al carajo a todos, más aún con su salida del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, al que se ha referido como una cosa decadentemente occidental».

Sobre cómo se ha llegado a determinadas situaciones, el europarlamentario ahonda en el poder de los medios y una sutil pero constante manipulación de la realidad, y cómo esta ha sustituido al pensamiento crítico. «Hemos dimitido de pensar, ya lo hace la tele», sentencia.