Más que un guiso, más que una patata, más que una fiesta

Escrito el 27/04/2024
Gorka Fernández

Tiene algo especial la Fiesta de la Patata rinconera. Algo profundamente de pueblo, terrenal, cercano a la gente, a mancharse las manos, a pelar una papa.

La imagen del político —antiguamente el preboste, el señor— sujetando una papa y un pelador, como cualquiera en casa, acorta distancias entre autoridades y pueblo llano, elimina escalones y humaniza. Precisamente estamos ahora en estas cosas de humanizar la política y de recordar que los cargos públicos —servidores públicos, me encanta recordarles cuando surge la oportunidad— no solo son humanos, sino que gestionan la cosa humana: la vida pública, la vida de todos.

Como les decía, y perdonen que hoy les escriba desde el tuteo, la Fiesta de la Patata trata de más cosas que el tubérculo americano. Una fiesta de pueblo, dedicada a visibilizar la primera recogida, la calidad del producto por la calidad de las tierras donde se cultiva —digno de convertirse en lugar de rodaje—, la calidad de sus gentes y de su patrimonio.

También ha sido una fiesta de mostrar que, con el pueblo, hay camino que andar. Faltaba el alcalde —a la sazón secretario general del PSOE de Sevilla y, por tanto, en Ferraz—, pero no se ha notado su falta; el mensaje estaba claro en palabras de Raquel Vega «esto es más que una fiesta, es una convivencia en momentos complicados para el país, para el mundo» y tirando de animación musical, ha citado a La Dstylería, «hemos de sembrar lo mejor de nosotros» y «unirnos con gente que intenta hacer de la vida algo mejor».

Alumnos del CEIP La Paz escuchando —y coreando las bondades de la patata— durante la intervención de Raquel Vega, primera teniente de alcalde de La Rinconada // G.F.

Mensaje éste para la galería y para los palcos, con abundancia de texto y de subtexto para quien esté dispuesto a escuchar. De primeras, a la oposición le faltaba el ala derecha, que la izquierda ha hecho acto de presencia, tanto para apoyar la fiesta popular como a los socialistas locales, que hacían piña. Faltaba la oreja derecha, la del teléfono escacharrado. La oreja izquierda, la de los cortes y etiquetados, la de los morados —por los golpes y por la camiseta— que ha sufrido esto mismo que ocurre, que se ha acercado y dicho, en público y en privado: «de ésta se sale, aunque los de Génova no quieran. Pa’lante y ánimo, aquí estamos».

No ha faltado la tradicional entrega del premio Antonio Sánchez, que este año ha sido para el productor local Luis Pereira. «Un ejemplo de superación y reinvención» ha destacado la primera teniente de alcalde a los numerosos asistentes que se han acercado, por segundo año consecutivo, a la plaza de la tenencia de alcaldía en San José, cercana a la barriada de la Paz.

Notable momento durante el acto lo han marcado los alumnos del CEIP La Paz que, vestidos como Papas Nuevas —casi un trampantojo de Míster Potato— han deleitado con pequeñas —en tamaño, que no en arte— comparsas y chirigotas hablando de la historia y el valor del alimento en cuestión.

Entrega del premio Antonio Sánchez al productor local // G.F.

Tampoco debemos olvidar la estrella del sarao, el guiso de patatas —más de 200 kilos— con carne que se ha cocinado y repartido entre el público. Si bien hace unos años era el conocido cocinero de Canal Sur, Enrique Sánchez, el encargado de dar el toque, se ha preferido en las últimas ediciones por Daniel del Todo, conocido por su participación en Máster Chef. Escalar las cosas que se llama, debiéndose a una promoción más nacional del producto estrella. Rinconada es el productor líder de la provincia, con más de 1200 hectáreas dedicadas a su cultivo, del que se generan más de 70 000 jornales anuales y una economía que revierte en multitud de familias y empresas locales, lo que hace prioritaria su promoción al más alto nivel.

A esta promoción social y económica también ha querido hacer mención la concejala en la oposición y Secretaria de Organización de Podemos, Sheila Guerrero, que ha asistido a la Fiesta en representación de su formación indicando que «debemos celebrar que La Rinconada no solo tiene un producto como la papa nueva, sino que se produce de calidad en las mejores condiciones y debemos estar vigilantes para que esto siga ocurriendo así, lejos de la explotación que, por desgracia, hemos visto recientemente en otros pueblos»