Se ha formado un gran revuelo en España por el racionamiento de aceite de girasol en algunas cadenas de supermercados como Mercadona, Eroski, Makro etc. y aparece el miedo al desabastecimiento, ya que Ucrania suministraría, según algunos medios, el 25% del aceite de nuestro girasol (el 60% según otros).

Veamos qué dicen los datos para ir respondiendo a preguntas que seguro que nos estaremos haciendo.

Entrando en materia, la primera cuestión que hay que aclarar es que el aceite de girasol se extrae de la semilla (pipa), de la que se obtiene también torta de girasol, de la que luego veremos qué usos puede tener. 

¿No produce suficiente aceite de girasol España como para tener que depender de otros países?

Para no depender mucho de otros países, las entradas de aceite a través producción nacional (o importación, si fuera necesario) deberían ser similares a las salidas a través del consumo nacional (y exportaciones, si las hubiera).

Según FAOSTAT (base de datos de la FAO) España cultivó en 2020 un total de 650.050 hectáreas de girasol, con una producción de 892.800 toneladas de semilla (pipa) de girasol.

El  Informe del Consumo de Alimentación  en España 2020 del Ministerio nos dice que en los hogares españoles se consumieron 184.000 toneladas de aceite de girasol en el año 2020. Con estos datos, el consumo doméstico de las familias españolas está más que asegurado sólo con la producción nacional

Con una media de 3-4 kilos de semilla por litro de aceite, España produce el equivalente a 255.000 toneladas de aceite de girasol (dependiendo del grado de refinado que se haga). Como “subproducto” se obtendrían unas 440.000 toneladas de torta de girasol.

El Informe del Consumo de Alimentación en España 2020 del Ministerio nos dice que en los hogares españoles se consumieron 184.000 toneladas de aceite de girasol en el año 2020.  Con estos datos, el consumo doméstico de las familias españolas está más que asegurado sólo con la producción nacional.

Entonces ¿por qué tenemos que traer aceite de otros países?

Cuando ampliamos el foco, vemos que si incluimos el aceite de girasol que consumimos fuera del hogar, es decir, en hostelería y restauración,  se alcanzan en torno a las 390.000 toneladas. Más del doble de la producción actual en España. 

Pero, si abrimos la mirada más allá del consumo humano directo, debemos incluir también el de la industria española. Por centrarnos sólo en la producción de pienso, con datos nuevamente del Ministerio, en 2020 se elaboraron en España 25 millones de toneladas de pienso. Para ello se requirieron 67.000 toneladas de semilla de girasol y 766.400 toneladas de torta. 

Por lo que hemos visto hasta ahora, la demanda española de derivados del girasol sería:

Estas cifras de más de 1 millón de toneladas de derivados del girasol, ya superan con creces la producción nacional tanto de aceite como de torta de girasol.

La balanza entre entradas y salidas se desequilibra aún más si tenemos en cuenta que en España sólo se produce una pequeña parte del pienso que consume la ganadería española. El resto de cereales, leguminosas, oleaginosas etc. se importan de diferentes países.

La proliferación de macrogranjas y ganadería intensiva disparan la demanda de materia prima y aumentan la dependencia de otros países

Aquí entra en el debate la desmesurada cabaña ganadera que tenemos enfocada a la exportación y criada en cebaderos con elevados aportes externos, sin pastoreo ni aprovechamiento de hierba, pasto, ramoneo, etc.

La proliferación de macrogranjas y ganadería intensiva disparan la demanda de materia prima y aumentan la dependencia de otros países.

Queda, entre otros, un factor que añadir a las cuentas y es que España, al mismo tiempo que trae de otros países derivados del girasol en grandes cantidades, exporta un total de 362.426 toneladas de aceite, torta y semilla de girasol. 

Entre Francia (35%), Portugal (16,70%), Reino Unido e Irlanda suman el 67,6% de las exportaciones de aceite, semilla y torta de girasol españolas, con 245.000 toneladas.

Exportaciones derivados del girasol España por país. 2020. FAOSTAT.

Resumiendo, las salidas de derivados del girasol en España por consumo interno (doméstico e industrial) y exportaciones se sitúan por encima de 1,4 millones de toneladas. Cabe recordar que habría que sumar la importante demanda para alimentación animal que no cubren los piensos fabricados en nuestro país.

La producción nacional de 255.000 toneladas de aceite y 440.000 toneladas de torta se queda muy lejos de la demanda.

Una vez que queda clara nuestra importante dependencia del exterior ¿qué cantidades importamos?

De nuevo según FAOSTAT, España importó en 2020 un total de 1,34 millones de toneladas de aceite, torta y semilla de girasol.

Como ya apuntan los medios de comunicación, el principal país del que importamos es Ucrania, del que recibimos el 49,35% de derivados del girasol con un total de 662.763 toneladas en 2020. Si tenemos en cuenta únicamente el aceite de girasol, Ucrania suministra a España el 71,27% del total de las importaciones con 430.633 toneladas de este aceite.

Importaciones derivados del girasol España por país. 2020. FAOSTAT.

Llegados a este punto, la pregunta del millón: ¿cómo reducir la dependencia del exterior?

De acuerdo a lo apuntado a lo largo del texto, se plantearían, al menos tres vías:

1. Reducir la cabaña ganadera (por su gran consumo de derivados del girasol y otras materias primas) y dirigir el modelo hacia manejos más extensivos con mejor aprovechamiento de los pastos.

2. Aumentar la superficie cultivada de girasol en España. En 10 años se ha reducido en 150.000 hectáreas y 100.000 toneladas.

3. Reducir las exportaciones para dedicarlas al consumo interno.

Medidas posibles, todas, para reducir la importante dependencia externa que tiene el sistema agroalimentario español, pero necesitadas de voluntad y valentía políticas.

Artículo redifundido, publicado originalmente en El Salto Diario